CASA GRANDE HOTEL:
Cansados del ritmo acelerado de la localidad turística de la Costa Brava (Girona) donde vivían, Mònica y Raül decidieron buscar un lugar más tranquilo donde iniciar un nuevo proyecto de vida. Este lugar fue Grañón, en La Rioja, donde encontraron una vieja casa solariega del siglo XVIII que transformaron en un carismático hotel boutique de sólo once habitaciones. El diseñador e interiorista Francesc Rifé llevó a cabo la conversión del edificio que contaba, incluso, con una capilla en la que daba misa el obispo de Burgos, interviniendo sobre 706 m² de los más de 1.000 útiles que tiene el inmueble.
En Casa Grande Hotel, el sobrio juego de materiales coexiste con la historia visible del lugar, conservando las paredes de sillería a las que se le ha aplicado una pátina monocromática gris clara para unificar el tono y dotar de cierta luminosidad a las estancias. Por otro lado, y contrastando con la claridad de la piedra y los suelos en roble natural, está la madera de chopo negra que recorre el espacio, integrando la iluminación y escondiendo aparatos técnicos tales como los altavoces. Este color también se vincula emocionalmente con pilares y vigas rehabilitadas de un tono oscuro.